¿Quién no derrocha sus días?
Pasan las horas y no hay más sentido
que el oportuno momento
en que decidís hacer
Todas tus dudas se manifiestan en el campo activo
y es mejor que surjan que dejarlas apriosionadas
envenenadas, enajenadas, desvencijadas,
las dudas se reproducen en maleza
y liman los brotes de certidumbre
que en algún momento
bien podría invadir
Todos se la dan de saber
pocos fomentan el comprender
y muchos se lo irán a ver
con su propia rigidez
de saber que ya no es
pero quería haber sido
de quizás no crece un mundo
cosecha quien cultiva
la experiencia es el quehacer
Se brotan los brotes
la tierra se instala
bajan las aguas
profunda riqueza
y no monetaria
es otro perdón
El Don de creer
sin creer que se cree
sino que se crea
de uno al entorno
y no a la inversa
das lo que sos
sin que importe
si agradó.
Por más que
Por más que te lo cuenten, tendrás que vivirlo. Por más que no lo veas, pasa. Por más que quieras, habrá que entregarse a como quiere ser.
sábado, 31 de marzo de 2018
domingo, 18 de marzo de 2018
En tu día
Nada más que hablar. Nada más que decir. Nada más que hacer. Vos mirá el show que yo me endulzo con un abrazo. Para adelante. Vos mirá para delante. Elegite una buena compañía, y dale con lo que te guste. No es otro el consejo que hubiera dado. Que dió. Nada lo cambia, pero él no está. Ese abrazo fornido, redondo, entero, que te envuelve el alma y te dice que todo está y estará bien. No se altera. Pero no está. Él. Físicamente. Esa inmensitud de ser que agitaba, que todo lo cuestionaba, que te quería de un modo inobservable, subrepticio, esmerado desde la concepción del acto inicial, sin tanta pompa o querer dejarlo claro con palabras, él estaba. Él está. El alma se abraza. Y esa sensación no se pierde. Nada lo cambia. Lo que se siente. No hay forma de explicar. Gracias. De lo imborrable y la mochila que uno lleva siempre encima. Dos años es muy poco tiempo para borrar. U olvidar. Y aparte nada más lo hará. Es el adn. Te extraño pa.
martes, 13 de marzo de 2018
Proceso
Ideo. Tramo. Pergenio. Armo. Bajo. Plasmo. Elucubro. Vuelvo a idear. Corrijo. Asomo. Escondo. Retazo. Retaceo. Destruyo. Reconstruyo. Canso. Sigo. Retomo. Me importa un bledo. Me entusiasmo. Concreto. Centro. Focalizo. Queda. Deja de pertenecerme el verbo. Se fue. Suelto. Suelta. Ella. La obra. Se desprende. Toma vida. La hace propia otro. Se hace propia a sí misma. Crece. Se marchita. La riego. Cuido. Reparo. Dejo. Ahuyento. Detecto. Enmiendo. Deslizo. Elijo. Dirijo. Condujo. Ella. La obra. Dedujo. Deduzco. Induzco. Conduzco. Endulzo. Freno. Arrepiento. Transmito. Ejecutan. Sugieren. Predicen. Dicen. Gusta. Asimilan. Asimilo. Me enriquezco. Aborrezco. Socializo. Me hipnotizo. Me deslizo. Agrieta. Expone. Se muestra. Demuestra. Condice. Condiciona. No importa. Emociona. Opina. Que trina. Que lindo. Que ocho cuartos. Que sí. Que no. Que ya está. Toca empezar otra. Ideo...

jueves, 8 de marzo de 2018
La mujer
La mujer es ese ser que subyace a la
eventualidad del acontecimiento y entrega vida.
Elijo resonar en mi complemento y no
rivalizar. Entiendo que hay distintas instancias de conciencia, y que
aún hay que luchar para que los primates masculinos comprendan que
no son sólo carne, pero saliéndose de esa primera línea de fuego,
el juego de opuestos no siempre refleja la convivencia deseada, y es
mejor tomar lo interesante de cada género que valerse de ovarios
para reclamar por lo que ya se tiene. La igualdad no existe. En nada.
Enredarse en el reclamo de la misma es como hacerse una paja, nadie
más que vos sabrá del cambio interno que podés estar gestando.
Nadie más que la mujer para decir qué hacer o dejar de hacer con su
cuerpo.
Nada que se imponga por la violencia y
la exclusión puede llegar a buen puerto. De ahí que el problema
crece...
Felicito por su día a cada mujer que
lucha y hace lo que esté al alcance de sus posibilidades para
sentirse cada día mejor, por que su tribu se sienta cómoda, la que
promueve que su manada se expanda y descubra nuevos horizontes.
Somos más animalitos de lo que
desearíamos, y a mi la mujer me lo deja más claro que el hombre. Un
ser capaz de dar luz, comida y calor, tan sólo con sus herramientas
con las que vino al mundo, su cuerpo. Una mujer capaz de iluminar
cada escena que se le hace presente, de irradiar esa energía
femenina capaz de crear lo que toque. Toca agradecer y felicitar a
las mujeres en su día, entiendo que en pie de guerra porque hay
mucho descarado humano que mata, pero la violencia y estupidez humana
no distingue sexos, es algo propio de la especie misma.
Get down, make love.
¡Por las mujeres guerreras!
Con cariño.
miércoles, 21 de febrero de 2018
Hola Ro, Pa, Vos, ¿cómo estás?
Hola pa, entre tanto caos y zarandeo de
la vida por estos días me tomo un reparo de 5 minutos porque
necesito hablar con vos. Serías el primer llamado del día, sin
importar la diferencia horaria que exista. Serías y sos la
omnipresencia con la que dialogo y hoy es un día importante. En el
amplio sentido. Sabés que hoy hace tres años decidí unir mi vida a
la de la mujer que acompaña mis días. Sé lo importante que te
pareció ese día. Tu mirada e intento de ayudar en todo lo que se
presentase, esos nervios alegres que transmitías y redondeabas con
un “¿me oíste, boludito?” antes de emprender la caminata al
altar, todo me demostró que ese día te quedaste tranquilo. Supiste
que tu hijo varón iba a estar bien rodeado.
Y hace dos años exacto fue ese último
clásico de Avellaneda que vivimos juntos en ese rectángulo de
tierra que es la eterna Doble Visera mutada en Libertadores de
América. Ese día fue el último que disfruté junto a vos. Al día
siguiente nos tomamos un vuelo a Barcelona con escala en Bogotá y al
mes me enteraría por teléfono que te habías ido.
Y hoy pa, justo hoy, es el día que
toca revalidar intenciones de regreso. Nuestro. Del Rey. El Rey David
me lo transmitió claro, lo nuestro son las noches de Copas. Dejá a
los boluditos de River y Boca que se saquen los ojos por ver quién
gana el campeonato. Nosotros jugamos en grandes ligas. Siempre fue y
será así. Y hoy volvemos a aquella final del 1984 en donde
decidimos retirarnos de ganar Libertadores a destajo para darle la
oportunidad a otro de experimentar qué es esto de ser el Rey de
América. Y aún con 34 años de ventaja, nadie supo alcanzar la
corona.
Bueno, hoy revalidamos títulos con el
Gremio, pa. No sabés el equipo que tenemos. De esos que da orgullo
mencionar uno por uno, que sabés que dejarán todo lo que tengan por
ganar. De ahí las ganas de que llegue la hora ya. Con todos esos
preparativos que solíamos encarar juntos. Con los prolegómenos del
periplo rutero y, cuando eran partidos importantes como este, la
espera en el ring side, en el estadio junto a otros, siempre junto a
vos. Todo eso se perdió y se fue con vos. Lo supe desde el día que
me dijeron que te habías muerto y que pedí que corroboren ante la
sorpresa, pero ante la plena certeza de que allí se fue una
experiencia única. La de ir a la cancha con mi papá. Y nacía un
legado único también, el de sostener los colores con mi hijo, aún
a la distancia.
Y se va haciendo. Ya besa el escudo, pa. Se pone
alegre cuando me ve llegar con la camiseta del rojo puesta. Busca la
suya. Se pone los cortos, las medias, y sale a potrear y correr y
saltar. De mantener viva la llama se trata, ¿no pa? En eso ando y en
eso anda nuestro rojito querido. Comandado por un hombre que bien
tendrías que haber conocido antes de irte. Ariel Holan es todo lo
que está bien, más allá del resultado. El Rojo dejó de ser un
equipo oportunista, y es una idea de juego irrenunciable nuevamente,
pa. Eso ya es festejable. Estar en estas instancias lo es. Pero, como
bien me enseñaste, nosotros no jugamos Copas, las ganamos. Y a eso
vamos pa, con la frente alta, a ver qué pasa esta noche. A hacerle
frente a la que toque. A aguantar la parada. Y mi parada tiene tanto
de ser padre, tanto de independiente, tanto rojo pasión, tanto
fútbol, mate y acompañar en la que toque. Tanto de vos, pa. Quizás
por eso necesitaba hablar con vos un rato. Apenas para compartirte
que este día se juntan muchas líneas. Y vos estás en todas.
martes, 23 de enero de 2018
Selfieconfidence
Selfieconfidence.
Principio de realidad. Condiciones de
posibilidad.
Usufructo material del calvario
corporal.
Prisión mental de libertades
corporales inmersas.
martes, 16 de enero de 2018
Cuánto
Cuánto cinismo. Que egocéntrico que
sos. Dejá de mirarte a vos. Enunciaciones que surgen, que capto, que
por algo me resuenan, y me pregunto si uno debería asimilar lo que
nos devuelve el afuera o apenas dejar pasar porque no representa
nuestro juego mayor.
Me duele. Me quema por dentro la
pérdida. Y fomento que ese dolor salga todo lo que sea necesario,
porque sólo así pasará. Me quemo. Me desintegro en cenizas y
regenero el malestar porque no puedo habitar otro espacio. La
superioridad mayor está dada por aceptar y bienvenir el sufrimiento,
que se haga uno con uno, porque sólo de esa manera pasará. Superior
en el sentido de elevarse de las mundanas creencias de que hay que
ser alegre y ya, para instalarse en esa sensación que todo aquel que
sufrió conoce. Un fuego interior, que se quema a sí mismo, y
reproduce llamaradas de clemencia, de querer ser querido y aceptado
como es, pero luego se desvanece en intenciones, porque el fuego
siempre se apaga, y deviene el panorama desolador. Todo gris. Todo
negro. Para que de las cenizas renazca la vida. Siempre lo hace
también. Sólo que en el estado que se está no se puede ver. Luces.
Sombras. Apagón.
El día que me vaya quiero que no se
hagan mala sangre, quiero que digan, uy que bueno, se fue.
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